Siempre una paralización, de cualquier naturaleza que esta sea, traerá perjuicios para diferentes partes, pero siendo el transporte público un servicio esencial, la medida adoptada por el sector desde el lunes 13 de marzo durante esta semana ha venido a complicar las actividades de la población en general que no ha tenido las facilidades para movilizarse para cumplir con sus actividades cotidianas.
Los padres de familia han tenido no solo que gastar un poco más por el transporte en camionetas, busetas, automóviles o en lo que haya disponible, porque a los estudiantes igual se les cobra $0,50 o hasta $1, si es hacia alguna de las parroquias rurales que también se quedaron sin el servicio.
Pero, además, al no haber los medios de transporte de manera regular, también han tenido que salir más temprano de sus casas para así evitar llegar con retraso a las actividades escolares, aunque según la coordinadora zonal de Educación, Paulina Salazar, hay flexibilidad para que lleguen incluso un poco después de la hora de ingreso.
También informó que en lo que se refiere a la asistencia de los estudiantes a los planteles educativos ha ido en aumento, porque mientras el lunes que comenzó el paro fue de alrededor del 60%, para el jueves se tuvo cerca del 90%. Eso quiere decir que hay responsabilidad de padres de familia y estudiantes para cumplir con sus obligaciones.
Bueno, mucho se ha dicho con relación a la paralización de los transportistas que con esta medida tratan de presionar el aumento de $0,30 a $0,40 el pasaje, aunque según Manuel Palate, presidente de la Comisión de Tránsito del Municipio de Ambato, la sugerencia en la ordenanza es que se eleve a $0,35, en base a lo que a su debido tiempo los trece concejales y el alcalde, Javier Altamirano, si es que el tiempo les alcanza, tendrán que decidir si lo acogen o no.
Será de esperar que cuando se tenga la elevación del pasaje, que al parecer ese es el único resultado para que se levante la paralización, los transportistas ahora sí brinden un buen servicio a la ciudadanía, este que se ofrece cada vez que hay un pedido en este sentido, pero que lamentablemente no se cumple, claro está, no de todos los conductores, pero sí de un buen número, que no saben cómo brindar una buena atención a sus clientes.