El barrio cumplió 51 años, pero el problema de los libadores no desaparece. Alrededor de 150 familias residen en el sector.
La ciudadela Nuevo Ambato se ha caracterizado por ser organizado y tranquilo, pero desde hace casi un año que el país retomó la normalidad luego de la pandemia del Covid-19, en las avenidas Machángara y Los Chasquis empezaron a funcionar bares y licoreras.
Estos negocios atraen a los estudiantes de la Universidad Técnica de Ambato (UTA) y tanto los moradores como directivos del sector se sienten intranquilos con el bullicio, el desaseo y el consumo de drogas.
“El problema es que los universitarios no tienen control de los adultos, en sus horas huecas salen a tomar licor en los tres parques que tenemos en el sector, la policía viene para desalojarlos pero es un juego del gato y el ratón”, expresó Betty Suárez, presidenta del barrio.
Doña Elsa, otra moradora dijo que hay inconvenientes con los muchachos porque utilizan las veredas y las puertas de las casas como si fueran urinarios públicos.
“El sector en mi infancia era tranquilo, ahora hay muchos borrachos casi todos los días, y se dan robos a nuestros vecinos”, agregó Jonathan, residente hace 28 años.
La directiva ha tenido acercamientos con la Alcaldesa de Ambato, el Intendente, la Policía para solicitar que cierren definitivamente los bares y discotecas, para dar cumplimiento con el Plan de Uso y Gestión de Suelo (PUGS), normativa que está vigente de marzo del 2022 y solo permite la instalación de estos negocios en la denominada “zona rosa”, que comprende a las avenidas: Manuela Sáenz, Víctor Hugo, José Peralta, Aníbal Granja y Sixto María Durán.
Más unidad
Luis Manzano, exdirectivo del barrio, recordó que la ciudadela Nuevo Ambato participaba en concursos de años viejos, la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF), programas por el Día de la Madre, sin embargo, hace algún tiempo llegaron vecinos nuevos que solo arriendan departamentos a personas que no se les conoce.
El sábado 17 de junio del 2023, los moradores realizaron una feria del plato típico para rescatar la buena vecindad. También se ha gestionado ante el Municipio de Ambato para tener talleres de arte y deportes dirigidos a la niñez y juventud.
Lo positivo
La ciudadela Nuevo Ambato cuenta con tres parques, una sede barrial, una iglesia, la casa hogar Santa Marianita, la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) y cerca funcionan varios centros educativos.
Sus calles llevan la nomenclatura de ríos como: Payamino, Yanayacu, Pachanlica, Talantag, Cutzutagua, Alajua, Pucahuaycu, Curayay, Chambo, y Guapante. El sector cuenta con todos los servicios básicos (agua potable, energía eléctrica, telefonía, internet, vías asfaltadas).
En los postes existen letreros grandes con mensajes que advierten ante la presencia de posibles delincuentes y sus residentes se comunican mediante grupos de WhatsApp.
HISTORIA CONTADA EN 51 AÑOS
Entre los años 1968-1972 se creó una cooperativa de vivienda denominada “Quinto Velasquismo”. El 14 de mayo de 1972 mediante acuerdo ministerial No. 0885 se cambió la razón social a cooperativa Nuevo Ambato, siendo su primer presidente Raúl Ortiz Rendón y su gerente Edgar Urrutia, quienes realizaron la compra pública del terreno a la señorita Carlota Bucheli Naranjo.
Sus linderos generales fueron: por el norte terrenos de María Eloísa Bucheli (actual UTA); por el sur una parte de terrenos de la emisora Paz y Bien, y otra parte de John Haboud; al este un camino del oleoducto de la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana actualmente Petroecuador; y al oeste la avenida El Rey, de la parroquia Celiano Monge.
Los límites actuales son: calle Río Payamino, avenidas Los Chasquis, Julio César Cañar y Cervantes.
Para el año 1983 se cambió el nombre a Ciudadela Nuevo Ambato, su primer presidente fue Guillermo Poveda y su primera reina Heydi Palacios. En mayo del año 2022, los moradores celebraron las Bodas de Oro con un programa especial donde la ciudadela recibió homenaje de las autoridades locales y provinciales.