En un mundo donde las adversidades pueden parecer insuperables, hay personas que desafían todas las expectativas y se convierten en verdaderos inspiradores. Este es el caso de Juan Byron Guerrero, de 53 años de edad, un profesor que, a pesar de su ceguera, ha logrado destacar tanto en el ámbito académico, social y en el deportivo.
Los primeros desafíos
Byron Guerrero quien es nativo de Pangua en Cotopaxi se quedó ciego desde temprana edad. El glaucoma (conjunto de afecciones oculares cuyo nervio que conecta el ojo con el cerebro está dañado y por lo general provoca la ceguera) afectó su ojo izquierdo a los tres años y ante la falta de un tratamiento inmediato perdió la visión, a los cuatros se quedó completamente ciego. No puede sentir ni el reflejo de la luz.
Sin embargo, esto no le impidió recibir una educación de calidad y desarrollar un amor por el aprendizaje. Desde muy joven, demostró una inquebrantable determinación y una sed de conocimiento que lo llevarían a convertirse en profesor. Fue objeto de bullyng en la escuela y colegio. Le decían de todo: “tuerto”, “virolo” y otros apelativos.
Byron mencionó que esas burlas bien podrían haberlo deprimido, pero él optó por demostrar que su fuerza de voluntad y amor propio eran mayores.
Sus compañeros empezaron a respetarlo cuando sus profesores elogiaban sus calificaciones e incluso fue escolta en el Colegio Bolívar en su tiempo de estudiante. Se graduó con 19.5 de aprovechamiento. Estudio en la UTA, tiene maestrías y también tiene un doctorado en gerencia educativa.
Carrera académica
Ejercer su profesión tampoco se he hizo fácil. En 1993 fue parte de la Federación Nacional de Ciegos y Técnico del Consejo Nacional de Discapacidades, en mayo de 1998 ingresó como profesor de planta de la Escuela de Educación Básica “Cardenal Julius Doephner”. En la actualidad tiene 25 años en el Ministerio de Educación y está a seis de jubilarse. Ha impartido cátedra en universidades y charlas inclusivas a diferentes partes del país.
Sus estudiantes destacan su pasión por enseñar y su capacidad para transmitir conocimientos de manera clara y efectiva demostrando que la ceguera no es una barrera para educar e inspirar a otros.
Inspirando a otros
Byron Guerrero se ha convertido en un referente para muchos, tanto dentro como fuera de su comunidad. Su historia de resiliencia y superación personal ha sido fuente de inspiración para sus alumnos, compañeros de trabajo y para todas las personas que han tenido la oportunidad de conocerlo.
Apoya a los estudiantes a seguir sus estudios y brinda asistencia para que puedan acceder al examen en busca de un cupo. Fue el pionero en Tungurahua en impulsar el proyecto para el turismo inclusivo para ciegos y pudo organizar grupos de viajes para que conocieran parte del país. En lo personal, Byron conoce 23 provincias de las 24 del Ecuador.
También impulsa el deporte adaptado tanto para niños como adultos. En la actualidad practican la natación, futbol sala, ajedrez y el Goalball. Tienen deseos de incursionar en el ajedrez, pero no encuentran instructores.
En la escuela también han impulsado la música, junto con el fundador Marcelo Medina, formaron la orquesta con la que han tenido más de 40 presentaciones en la provincia. Es casado, su esposa enseña el lenguaje de señas en una unidad educativa especializada en Ambato. Es su fuerza, su luz, asegura.
Byron es un testimonio vivo de que las limitaciones físicas no tienen por qué determinar el destino de una persona.
