Todavía en su rostro se refleja la inocencia de su edad, 17 años, pero entre sus brazos carga a su pequeño hijo de año y medio, cuando llega a la consulta médica en el Centro de Salud N° 1, en el sector de la Universidad Técnica de Ambato, en Ingahurco.
La menor no va sola, está acompañada de su madre, abuela del menor. Nos cuenta que no saben quién es el padre de la criatura porque al parecer su hija fue ultrajada cuando fue citada a un hotel por una persona que le ofreció trabajo, dijo que estuvo buscando trabajar porque ella enfermó en plena pandemia por el COVID.
Añadió que la menor está por terminar la secundaria, que quiere seguir Derecho Penal, que le brindan todo el apoyo para que concluya con éxito sus estudios hasta que obtenga una profesión.
Recuerda que pusieron la denuncia en la Fiscalía, que esperan que en algún momento se tenga al responsable de lo que le pasó a su hija, que se haga justicia y que el hecho no quede en la impunidad.
La menor es parte de las estadísticas que se registran en Tungurahua en embarazos de menores de edad, que como dice Maritza Gamboa, presidenta del colectivo Ana de Peralta, durante la pandemia, cuando hubo el confinamiento y la población permaneció en sus casas, hubo 300 casos de niñas de entre 10 a 17 años de edad que dieron a luz, algunas por violación, violación por incesto y estupro.
Mientras que Saida Haig dijo que en el tiempo en que estuvo como viceprefecta de Tungurahua hizo un trabajo en conjunto con el ministerio de Salud Pública (MSP) para disminuir la desnutrición infantil en la provincia, que ahí se detectó a 380 mujeres desde los 13 a 19 años de edad estuvieron en estado de gestación.
Añadió que en adolescentes de entre 16 y 17 años fue que se detectó con el mayor número de quienes estuvieron embarazadas. Que el mayor porcentaje están en Ambato, seguido por el cantón Pelileo.
También comentó que en algunos sectores se constató que existen problemas graves por el consumo de licor que en ocasiones se deriva en la violencia en contra de las niñas y adolescentes por parte de familiares o amigos de las víctimas.
La ex viceprefecta de Tungurahua argumentó que no solo las autoridades sino toda la sociedad debe trabajar para concientizar en la importancia de eliminar este tipo de agresiones y sobre todo denunciar, porque a veces se lo toma como algo normal o por temor no se lo hace.
Acciones
La presidenta del colectivo Ana de Paralta comentó que se consultó a Paulina Salazar, coordinadora zonal 3 de Educación, cuánto se ha trabajado en el tema de la prevención; si se hace seguimiento, vigilancia y exigibilidad a ese grupo de mujeres; si se presentaron las denuncia, quiénes están siendo el apoyo para saber si han aceptado o no a la criatura.
Al respecto, la coordinadora zonal 3 de Educación aseguró que se activan todas las rutas y protocolos que se deben seguir en los casos de embarazos e incluso de paternidad que se detectan en las unidades educativas.
Además, que se hacen los protocolos de atención dentro del sistema educativo para evitar el abandono o la deserción escolar, que se les brinda el acompañamiento pedagógico permanente hasta que terminen los estudios.
Aseguró que se coordina con el MSP para que en su ámbito atienda en lo sicológico y físico tanto de la madre como del niño que está por nacer, que en el caso que se presuma que alguna estudiante embarazada es por situación de violencia sexual también se activan las rutas y protocolos frente a la situación.
Salazar advirtió que se coordina con la Fiscalía y el Consejo Cantonal de Protección de Derechos, que se activan como junta distrital de resolución de conflictos con el fin de brindar acompañamiento permanente a los estudiantes que atraviesen estos casos.
Dijo que el mensaje que se procura emitir de manera permanente a los niños y jóvenes es que no callen, que cuando sean víctimas de cualquier tipo de violencia avisen en forma interna porque en las unidades educativas se cuentan con los DECE (departamento de Consejería Estudiantil), docentes tutores y autoridades institucionales para poder guiarles y acompañarles en estos procesos.
En lo que se refiera a acciones preventivas, dijo que se trabajan con escuela para padres en donde se coordina con los estudiantes, docentes y padres de familia con el módulo prevención de embarazo adolescente y metodologías de educación sexual integral, al añadir que la corresponsabilidad en la educación es un factor indispensable para que los alumnos se desarrollen tanto dentro de las aulas como fuera de ellas.
La autoridad de Educación comentó que se articula con el MSP, que es el que también maneja la información con el fin de que pueda acompañar en charlas y talleres acerca de salud sexual y reproductiva, que además desde el año 2021 los estudiantes realizan el curso oportunidades curriculares en educación sexual integral entendiendo que la información es un factor indispensable en el sistema educativo.