Ha pasado una semana desde cuando en la noche del domingo 26 de marzo un movimiento de masas cuya afectación se calcula en un área de 24,3 hectáreas, siendo los barrios Nuevo Alausí, Control Norte, La Esperanza y Buha, del cantón Alausí, provincia de Chimborazo, los más afectados.
Luego de los días que han pasado del suceso los moradores del barrio Casual, que quedó al filo del precipicio que se formó por el deslizamiento, aún recuerdan con claridad los momentos de terror, angustia, desesperación y hasta temor que sintieron cuando se registró el hecho.
“La tierra comenzó a temblar, pensamos que era un temblor, pero luego las sirenas comenzaron a sonar y salimos apresurados. Se fue la luz, nos quedamos a oscuras, no sabíamos para dónde correr, una vecina se desmayó, parecía que se moría, pero se la pudo ayudar”, fue el relato que contó entre lágrimas Rocío Cevallos, vicepresidenta del barrio Casual.
Ella al igual que muchas otras personas asegura que en diciembre del año anterior se tuvieron alertas de lo que podía pasar porque en la Panamericana se comenzó a abrir poco a poco, que trataron de llamar la atención de las autoridades pero que no les hicieron caso.
Recordó que incluso días antes del deslizamiento junto a otros poblados que se sumaron a la preocupación de los del barrio Casual, cerraron la vía para llamar la atención, pero que tampoco funcionó.
Remigio Roldán, alcalde electo de Alausí, luego de hacer un recorrido dijo que se tomarán todas las acciones para evitar otra tragedia similar, para lo cual añadió que se requiere del apoyo del gobierno nacional, al indicar que prácticamente se perdieron los barrios La Esperanza, El Buha y Nuevo Alausí.
Dijo que trabajará para que los barrios sean reubicados porque las familias tienen que estar en condiciones dignas, así como con la dotación de alimentación y atención prioritaria, al comentar que a pesar de los llamados no se dio la atención necesaria para declarar la emergencia de la zona.
Además, en las familias aún hay desesperación, angustia y dolor porque muchas personas aún no han sido encontradas a pesar de las tareas de búsqueda.
Uno de los casos es el del estudiante universitario Danny Lema, de 24 años de edad, que perdió a sus padres, hermanos, abuela, sobrinos y cuñada, en total once miembros de su familia. De los que hasta este fin de semana fueron localizados el de su padre Agustín, abuela y uno de sus hermanos.
Incluso los compañeros de la Universidad Nacional de Chimborazo (Unach), en donde Danny está por cursar el último semestre de Laboratorio Clínico, comenzaron una campaña para recaudar recursos económicos que puedan costear los estudios, los que antes de la tragedia eran asumidos por los padres.
Para lograr el objetivo, se habilitó la cuenta de ahorros 2203638745 en el banco Pichincha a nombre de Danny Adrián Lema González.